La tecnología en tercera dimensión avanza sin control, y en la arquitectura está generando debates muy interesantes, como la impresión 3D.
Pensar en la arquitectura junto con la tecnología de impresión en tercera dimensión abre un abanico de infinitas posibilidades, sobre las cuales no se ha parado de teorizar, problematizar y estudiar en todos los sentidos. Sin embargo, los proyectos residenciales impresos en 3D ya son una realidad hoy día.
Y es que hace poco menos de un año, se llevó a cabo el proyecto Yhnova en Francia, a cargo de La Universidad de Nantes, entre otras muchas organizaciones y despachos de arquitectura para construir una casa de 95 metros cuadrados.
El proceso de construcción fue más o menos el siguiente: se llevó a cabo un método de impresión diferente, desarrollado por investigadores de la universidad anteriormente mencionada, llamado BatiPrint3D por medio del cual se utiliza un brazo robótico que es guiado por láser para ir depositando poco a poco diferentes capas de material de construcción, que se van formando de abajo hacia arriba.
A diferencia de otros métodos de impresión, esta es capaz de extruir tres tipos de materiales diferentes para levantar muros que son gruesos, aislados y duraderos. En total, la construcción duró solamente 54 horas en la fase de impresión, además de los cuatro meses que tardó afinar los detalles finales como poner las ventanas y las puertas. Lo mejor es que el coste de producción es aproximadamente 20% menor la construcción tradicional de un hogar.
Pocos meses después de que la casa estuviera terminada, llegó la familia Ramdani a habitarla para poder dar testimonio de lo que sería vivir en una casa impresa en tercera dimensión. La casa está equipada con una serie de sensores y sistemas de monitoreo que permiten verificar en todo momento la humedad, la calidad del aire, así como la temperatura de la casa, por lo cual, este hogar inteligente además está ahorrando muchos recursos energéticos, y es amigable para personas discapacitadas, con acceso para sillas de ruedas.
Por si fuera poco, la casa está diseñada para que todo pueda ser controlado desde un teléfono inteligente. El veredicto de la familia Ramdani es muy positivo, y ellos aseveran estar muy felices viviendo en una casa impresa en 3D. No cabe duda que este es el futuro de la arquitectura residencial.
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