Muchas veces se confunde una nave industrial con las bodegas industriales, aquí te comentamos qué define a cada una y cuáles son sus diferencias.
Una nave industrial es una estructura de uso industrial, en donde se produce o almacena los bienes comerciales de alguna empresa. Su construcción varía según el uso de suelo, que se le destinará y el tipo de actividad económica que pueda realizar.
Por su parte, las bodegas industriales son el espacio en donde se lleva a cabo la recepción, el almacenamiento y el movimiento de los materiales y productos de las empresas. En general se encargan del almacenamiento de la producción de ciertas organizaciones. Es verdad que, en México, muchas ocasiones las bodegas sirven también para la producción. Las naves industriales fungen también como almacenadoras de la producción; sin embargo, en términos conceptuales, esa es la definición de cada uno de estos aspectos.
Las bodegas industriales ayudan principalmente a gestionar el movimiento de la producción de una empresa; así como a resguardar, custodiar, controlar los materiales y productos. Están compuestas de estructuras metálicas y cerramientos, para distribuir el espacio de la manera más óptima posible.
Existen distintos tipos de bodegas industriales y llevan un proceso específico de construcción. Éste puede variar, desde luego, dependiendo del giro y de la actividad de cada empresa. Se debe de tomar en cuenta el número de plantas, así como el diseño de la distribución, los materiales que se van a necesitar, y el diseño de las instalaciones de los servicios principales: el agua, la luz, el gas y la ventilación.
Tipos de bodegas industriales
En cuanto a los diferentes tipos de bodegas industriales — se dice que existen más de doce tipos diferentes— que se clasifican bajo los tres sectores mencionados a continuación. Según la función que van a desarrollar:
- Industriales: son los que almacenan las herramientas, independientemente del giro de la industria, materias primas, piezas y los productos semielaborados.
- De distribución: se suele referirse a ellas como centros de distribución y están destinadas a poner en venta los artículos y productos, para que estén a la mano de los consumidores y clientes.
- De depósito: se usan generalmente para administrar y gestionar las mercancías, que se encuentran en tránsito, entre el depositante y el depositario.