Descubre los principios que se aplica en la arquitectura de los centros comerciales.
A veces puede parecernos muy parecida la distribución y diseño de los centros comerciales y esto no es gratuito; sino que responde a ciertos principios. Te invitamos a conocer cuáles son.
Principios en la arquitectura de los centros comerciales
Hablando de un típico diseño arquitectónico de centros comerciales podemos ver que, en primer lugar, contamos con la presencia de al menos una tienda ancla: puede ser algún gran supermercado o una tienda departamental muy reconocida que por lo general será la que atraiga a la mayoría del público.
Después, tenemos los locales de moda, los servicios (como lo pueden ser bancos, tintorerías y similares), los espacios de entretenimiento (—que están creciendo cada vez más dentro de los malls — como lo pueden ser las salas de cines, las pistas de hielo y los centros de juegos infantiles) y la oferta gastronómica que brindará experiencias memorables a los visitantes.
Lo importante aquí es que cada uno de los espacios creados dentro de un centro comercial corresponde a una función en específico y ningún lugar está en donde está de manera fortuita, por ejemplo, el ancho de la circulación entre cada tienda, la ubicación de las escaleras eléctricas (pues entre más lejos esté la escalera que sube de la escalera que baja, más probabilidad hay de que los visitantes recorran cada uno de los locales y terminen comprando algo que no contemplaban en primer lugar).
Por lo general, dentro de los centros comerciales los elevadores suelen ser panorámicos, de manera que los usuarios pueden ver todas las tiendas que los rodean. Otro principio que sigue la arquitectura de este tipo de espacios es la construcción circular y los vacíos que existen entre pisos, lo cual nos permite tener una comunicación visual con la totalidad del centro para poder ver qué tiendas hay en el piso de arriba sin tener que consultar el directorio.
Sin embargo, el hecho de que existan principios en la arquitectura de los centros comerciales no significa que se elimina la libertad creativa de los arquitectos: todo lo contrario.
Aquí es donde los expertos pueden jugar con los espacios exteriores, los colores, las texturas, los materiales e incluso la iluminación para darle un toque y sello personal a cada espacio.
Por ejemplo, es tendencia que hoy día se trate de romper el límite entre lo interior y lo exterior, lo privado y lo público al hacer espacios al aire libre en donde podamos sentirnos uno con la naturaleza.