Si bien el concepto de desarrollo de uso mixto no es nuevo, sin duda es más vigente hoy que nunca. El término se usado para describir todos los espacios en donde confluyen negocios de diversos giros, con el propósito de generar más rentabilidad al lugar físico. Así como de facilitar la experiencia de compra y de servicios para el usuario.
Esto es, sin duda, imperante en una ciudad como la Ciudad de México. En donde el tráfico y la inseguridad son temas que atañen a la población. Y el traslado de una zona a otra supone una pérdida de tiempo y de recursos que requiere una solución inmediata.
Es por esto que se logró implementar la cultura de los espacios mixtos. Y la gente los ha ido adoptando con gusto con gran rapidez. Hablemos por ejemplo de la ampliación del centro comercial Paseo Interlomas, que desde su inauguración llamó la atención por su innovadora estructura y fachada. Así como por la oferta comercial que presentó en unos inicios, ahora está haciendo voltear cabezas de desarrolladores y usuarios en todo el mundo por la innovación en su esquema.
Es decir, además de agregar más oferta comercial, la ampliación de Paseo Interlomas cuenta con oficinas corporativas, restaurantes, centros de entretenimiento infantil, como nunca las habíamos visto, bancos, y hasta un hotel. La idea es lograr satisfacer la mayor cantidad de necesidades en un mismo espacio.
Cualquiera que viva en Interlomas sabe el problema que supone la movilidad y el tránsito. De manera que crear espacios en donde la gente pueda aprovechar al máximo un lugar, y lograr reducir en lo posible el uso del auto de un traslado al otro, para cumplir con las tareas cotidiana es, sin duda, un avance, y un acierto para la salud de la comunidad y de nuestro entorno.
Los desarrollos de ahora en adelante tendrán que poner en primer lugar las necesidades del entorno y del medio ambiente que los rodean para lograr obras que resulten benéficas para la comunidad que las alberga.